En 1871 funda en Barcelona, auspiciada por la autoridad eclesiástica, la Revista Popular, que dirigirá hasta su muerte. Fue autor de miles de artículos y de más de doscientos folletos y libros de carácter piadoso y apologético. Sus escritos están recogidos en la colección Propaganda católica, que consta de 9 gruesos volúmenes, publicados entre 1883 y 1894.

Infatigable publicista

Infatigable publicista, destaca por su habilidad al titular su obras, por ejemplo: ¡A confesar!; Bien ¿y qué? : reflexiones cristianas para aliento de los débiles y confusión de los malvados en épocas de persecución;  ¡Calla, blasfemo!; Criterio seguro– y único; Dios no se mete en eso; Lo de Lourdes; La más justificada justicia; ¡No me hable V. del Papa!; El liberalismo es pecado. Esta última es su obra más conocida y levantó una gran polémica, incluso en el seno de la Iglesia. Dada a la luz por primera vez en trece entregas con el título Cuestiones candentes entre julio y agosto de 1883 en el periódico carlista El Semanario de Tortosa y, simultáneamente, en los diarios El Siglo Futuro de Madrid y El Correo Catalán de Barcelona, y también en la revista madrileña La Ciencia Cristiana. Publicada como folleto, ya con el título que la hizo célebre, en 1884, tuvo ocho ediciones en pocos meses, con tiradas de 10.000 ejemplares.  Muy pronto se tradujo al catalán y en años sucesivos al francés, italiano, portugués, alemán, húngaro, inglés y en 1888 al vascuence. En 1891, financiada por una suscripción popular organizada por la Academia Católica de Barcelona se publicó una edición políglota en ocho idiomas (francés, alemán, catalán, castellano, vasco, portugués, italiano y latín),  lujosa y de gran formato (costó más de 33.000 pesetas). Palau la califica de “edición regia, pero inmanejable”. En total se han publicado en español más de veinte ediciones, la más reciente en 2009.

En esta obra dividía Sardá a los liberales «(sean personas, sean escritos) en tres clases: Liberales fieros; Liberales mansos; Liberales impropiamente dichos o solamente resabiados de Liberalismo».

Que cada sedicente liberal vea en cual encaja.

Félix Sardá y Salvany falleció en Sabadell el 2 de enero de 1916.

(Servicio de Información Bibliográfica)