Los primeros años de María transcurrieron en Algorta, lugar de origen de su familia, donde volvió frecuentemente durante su juventud.

La educación de María estuvo fuertemente marcada por el espíritu independiente y progresista de su madre, una mujer de mediana cultura que se convirtió en la maestra de su hija durante los primeros años de formación de la pequeña y que organizó sus estudios con un sentido pedagógico y una constancia admirables. Asistió, asimismo, a una academia de dibujo y a un gimnasio, como complemento para la educación física, lugares en los que no abundaba la presencia  femenina y en los que aprendió a tratar a los chicos con camaradería al tiempo que se hacía respetar, lo cual la ayudó mucho cuando años más tarde ingresó en la universidad.

A los doce años asistió a los cursos de  la Asociación para la Enseñanza de la Mujer donde obtuvo los títulos de la  Escuela de Comercio y de Institutriz. Allí conoció a figuras como la pedagoga Mercedes Sardá y la escritora María Lejárraga. Algunas de sus condiscípulas de esa época han dejado testimonio de las cualidades intelectuales y morales que la caracterizaban.

Después de cursar el Bachillerato decidió iniciar los estudios de Filosofía y Letras, a pesar de las dificultades que suponía, puesto que en esos momentos estaban vetados para las mujeres. Durante el curso 1891-1892 comenzó la asistencia a clase sin matrícula junto a su amiga Carmen Gallardo, nieta del bibliógrafo Bartolomé José Gallardo, quien acompañaba a las jóvenes asistiendo también de oyente a algunas clases. Poco después ocurrió la muerte de Gallardo y su hija dejó los estudios. María se quedó sola pero fue tal su empeño que consiguió vencer la oposición del Rector y finalmente consiguió matricularse y asistir a las aulas a condición de observar ciertas precauciones, con el fin de impedir el escándalo y asegurar el orden entre los estudiantes varones.

Se convirtió así en la primera mujer en estudiar oficialmente y de forma presencial en la universidad. Se licenció en 1895, al año siguiente realizó un curso de doctorado aunque no leyó su tesis hasta 1909.

En 1892 participó activamente en un Congreso Pedagógico celebrado en el Ateneo en el que Concepción Arenal había recibido fuertes ataques por su ponencia sobre la Educación de la mujer y la  joven quiso defenderla leyendo una réplica en la que solicitaba que todas las asignatura de Bachillerato que se convalidaban a los hombres fueran también convalidadas a las mujeres. El valiente alegato, que también recibió numerosas críticas, fue sin embargo calurosamente recibido por las posiciones más intelectuales y recibió un cariñoso abrazo de Pardo Bazán, que también asistía al congreso. Esta intervención fue el origen de su primer artículo, Una Información, que fue publicado en la revista pedagógica La Escuela Moderna. En 1898 publicó en la Revista Popular sus primeros artículos Crónicas femeninas sobre la educación de la mujer para las faenas agrícolas.

En 1900 contrajo matrimonio con Ramón Menéndez Pidal, que acababa de ganar la Cátedra de Filología Románica de la Universidad de Madrid.  Fueron padres de tres hijos, Jimena  (quien fundaría el Colegio “Estudio”), Ramón y Gonzalo. La coincidencia de aficiones como la pasión por las salidas al aire libre y el excursionismo, y el interés compartido por el trabajo investigador se puso de manifiesto desde el viaje de boda que les llevó a recorrer ciertos valles del Duero para estudiar la topografía del Cantar de Mío Cid. Estando en Osma oyeron a una lavandera recitar el romance de la Boda estorbada, que María posteriormente investigó descubriendo que se trataba de un romance del siglo XV, desconocido para las colecciones hasta el momento, y que narraba la muerte del príncipe don Juan, hijo de los Reyes Católicos. Los resultados de esta investigación fueron publicados en el Bulletin Hispanique en 1904.

Los grandes campos de trabajo de la filóloga fueron el Romancero y Lope de Vega, publicando sus estudios en revistas y monografías tanto españolas como internacionales.  En cuanto al Romancero viejo y tradicional investigó los versos utilizados o citados en obras literarias  en español y en otras lenguas. Este trabajo de criba y análisis de miles de obras generó una valiosísima documentación que incorporó al Archivo del Romancero y que fue de gran utilidad para los trabajos de Menéndez Pidal y de posteriores filólogos e historiadores, y que en la actualidad ha sido justamente reconocido con la denominación de “Archivo Menéndez Pidal-Goyri”. De Lope de Vega le interesó especialmente su poesía y la biografía amorosa del poeta. Trabajó también intensamente en dos obras que no llegó a concluir, una edición crítica de El Conde Lucanor, y una colección de los cuentos que se incluyen en las comedias del Siglo de Oro.

Otra esfera de interés fue la enseñanza, impartiendo clases de lengua y literatura en la Residencia de Señoritas y en el Instituto-Escuela, proyectos pedagógicos relacionados con la Institución Libre de Enseñanza. También se hizo cargo de la Biblioteca Literaria del Estudiante, una excelente selección de textos literarios para jóvenes que dirigía Menéndez Pidal. Trabajó también en el ámbito de las políticas sociales, formando parte activa, entre 1916 y 1926, del Patronato del niño delincuente. En 1933 fue nombrada vocal del Patronato responsable ante la Junta de Ampliación de Estudios de la marcha del Instituto-Escuela.

La Guerra civil separó a la familia,  Menéndez Pidal hubo de emprender un exilio forzoso que le mantuvo fuera de España hasta el final de la contienda, pasando a Cuba desde Burdeos y finalmente a Estados Unidos. María, por su parte,  se trasladó a Segovia junto a su hija Jimena.

La dictadura franquista prohibió todos los centros docentes auspiciados por la Junta para la Ampliación de Estudios por sus ideas liberales y María fue represaliada vetándole el ejercicio docente. Los últimos años de su vida se dedicó a investigar, recopilar y sistemizar las diferentes versiones de romances de la tradición oral para el Archivo Romancero y finalizó varios trabajos sobre Lope de Vega. Murió en Madrid, el 28 de noviembre de 1954.

(Servicio de Información Bibliográfia)