Después de la enseñanza secundaria se trasladó a Barcelona para estudiar la carrera de Derecho y una vez terminada, en 1873, ingresó por oposición en la Diputación de Barcelona. En 1874 contrajo matrimonio con Esperanza Rabassa.

Tanto en Valls como después en Barcelona, colaboró en revistas como La Miscelánea y El siglo Literario, siempre en castellano. Desde 1868 a 1877 colaboró con El tío Camueso, donde publicó su primer trabajo literario, Un viaje de placer, bajo el seudónimo de Plácido.

Cuando sus amigos le leían textos de Jacint Verdaguer o Ángel Guimerá, Oller opinaba que era una lástima que textos tan buenos sólo fueran leídos por una minoría debido al idioma, y que significaba renunciar a una gloria merecida. Sin embargo, poco después cambió de opinión, influido, por un lado, por los amigos de la tertulia, La Renaixença, y por otro los Jòcs Florals de Barcelona de 1877, en los cuales Verdaguer obtuvo un premio por el poema L’ Atlántida y Guimerá los tres premios ordinarios. Ese año empezó a escribir en catalán y en 1879 ya obtuvo un premio por Sor Sanxa y publicó su primer libro de narraciones cortas, Croquis del natural.

Aunque sus primeras narraciones tienen carácter romántico y costumbrista, por influencia de las lecturas de Émile Zola, al que conoció durante una estancia en París, y de la mano de su primo, el crítico literario Josep Yxart, descubrió el movimiento naturalista.

En 1880 publicó su primera novela, Isabel de Galzeran. En 1882 publicó La Papallona, considera la primera novela naturalista catalana. En 1885 se tradujo al francés con un prólogo de Zola, dándole cierta proyección internacional, traduciéndose también al ruso y al castellano.

A partir de este momento se dedicó intensamente a escribir novelas y cuentos. Utilizó la técnica de la observación para elaborar su obra y quiso expresar el cambio que se estaba produciendo en la sociedad catalana desde el entorno rural al urbano. En 1884 aparece la novela, L’escanya pobres, en la que analiza el impacto del capitalismo en la población rural.

El naturalismo literario pretendía que el novelista observase la realidad y la representase con el mismo rigor con el que lo hacían los investigadores científicos, así, las novelas naturalistas debían ser un documento experimental de la sociedad y fiel a esta premisa su obra más naturalista, La bogeria, 1899, refleja un caso real conocido por el autor.

En la última década del siglo XIX, el movimiento modernista irrumpe conjugando elementos naturalistas con otros de raíz romántica y vanguardista. Oller dejó de escribir durante unos años pero en 1906 publicó Pilar Prim, una novela con influencias de la novela psicológica que en 1912 le proporcionó el Premio Fastenrath, en la que plantea la coacción que determinadas costumbres sociales imponen a las mujeres.

Después de esta novela dejó escritas sus Memòries literàries, redactadas entre 1913 y 1919, pensadas como un diálogo con Víctor Catalá (Caterina Albert), que no se publicaron hasta 1962. Aislado por los modernistas y novecentistas, no será hasta 1925 cuando la intelectualidad catalana reconozca su maestría.

Entre 1928 y 1930, año de su muerte (ocurrida en Barcelona el 26 de julio), vio publicados los doce volúmenes de su Obra completa.

(Servicio de Información Bibliográfica)