Después pasa a Madrid para continuar sus estudios en otro internado, donde conoce a Nicolás Salmerón. En 1864 comenzó a estudiar las carreras de Filosofía y Letras y Derecho en la Universidad Central.

En 1873 ganó la cátedra de Psicología, Lógica y Ética en el Instituto San Isidro, donde permanecerá como profesor hasta su fallecimiento. Esta profesión le permitió desarrollar una fecunda labor como escritor, cada vez más influido por el positivismo.

Participó en los debates intelectuales del Ateneo de Madrid con asiduidad y formó parte de la escuela de pensamiento conocida como “krausismo” -continuación en España del modelo filosófico de Karl Christian Friedrich Krause, cuya influencia fue la base de la Institución Libre de Enseñanza- y dentro de ella perteneció a los llamados “krausopositivistas”.

Como articulista, escribió en varios periódicos madrileños y en La Ilustración Ibérica, semanario científico, literario y artístico en la que también colaboraron José Echegaray, Benito Pérez Galdós o Leopoldo Alas, entre otros.

Atraído por las luchas políticas y anhelando contribuir en la mejora del país, se afilió al partido republicano y en 1890 fundó el partido Centro-Republicano junto con Salmerón, Azcárate y otros.

Participó de manera activa en el Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano, publicado por Montaner y Simón en Barcelona; casi todos los artículos de Filosofía y las biografías de filósofos que aparecen en esta publicación se deben a su autoría, sumando un total de un total de 366 entradas.

Falleció en Madrid en 1904 por un problema digestivo-intestinal que se había ido agravando. Los últimos veranos viajó a Solares con la esperanza de curar la dolencia con las aguas medicinales de esta localidad.

Servicio de Información Bibliográfica