Médicos, ingenieros y científicos

El XIX y XX son los siglos del progreso científico y técnico y de la primera revolución industrial, la única revolución triunfante, junto con la astronómica. El polígrafo Menéndez y Pelayo demostró que sí había habido ciencia en España, la polémica de la ciencia española estaba servida. Y a partir de un momento dado, quizá coincidiendo con el acceso al poder de Sagasta, ingeniero de caminos, la ingeniería sustituye a la milicia como la profesión más prestigiosa. La torre Eiffel triunfa en la nueva Babel. París: es la modernidad.

Y por otra parte, Koch, Pasteur, Semmelweis y Lister posibilitan el desarrollo de la higiene, la microbiología y la cirugía modernas. Y el gran Ramón y Cajal, el genial aragonés que abre el camino de la neurología.

BNE